12.19.2007


para la niña grande que vive en el cuarto de abajo, pero que a veces sube a fastidiar. cumple sueños, metas, promesas...cumple años y recibe abrazos.

12.18.2007

el post estaba listo, y la conexión falló, no tenía respaldo y no lo había guardado... lo tomaré como una señal y lo guardaré para mí misma.

11.03.2007

10.31.2007

mivida

Despierto en la mañana y huelo el delicioso aroma del café saliendo de mi cafetera automática, el sol baña las cortinas que me obligan a recorrerlas y disfrutar del hermoso aroma del mundo exterior en plena ebullición. Me baño lenta y detalladamente, observo pequeños trozos de mi piel, la hidrato, jabón, agua y una suave toalla. El espejo me devuelve una extraña imagen, debo intentar reconocerme cada vez que lo hago y, no es que cambie demasiado, sino que me olvido con frecuencia. Como el desayuno mientras sostengo un libro con la mano izquierda, luego camino con tranquilidad en una soleada calle… no puedo seguir mintiendo. Monito, nada de esto es mi vida hoy… lo siento, fue lindo imaginarlo.

9.30.2007

www.officedepot.com.mx

no, este blog no se ha sucumbido a abandonar sus ideales por la propaganda comercial, es solo que... mi cumpleaños, este... ya viene! y pues si esta tienda departamental llena de cosas lindas permitiera poner mesas de regalos, yo sí que la habría puesto.

nota: poner especial atención en plumas, plumones de colores, memorias usb, memorias para cámara, ipods je je...está bien... plumitas!!!

8.19.2007

esas luces... ¿siempre han parpadeado así?

8.07.2007

no... matt groening nunca pensó en mi
nunca sé cómo despertarte, si te sacudo y respondes con un gemido, ¿he de insistir? tal vez el día que te obligo a enfrentar no superará a los sueños que abandonas. lo siento.

7.25.2007

the glass of melody. por mothyyku
me gustan las burbujas, son brillantes y redondas: dos cualidades que mi mente adopta como claramente atractivas. tienen ritmo y no duran casi nada, son como una sucesión de pequeños vacíos encapsulados, una ilusión temporal. un día compré un bote de burbujas rosas: veinte pesos y un bello arito para soplar, sentía que no estaba comprando nada, que en cierto modo el vendedor de la plaza me estaba estafando. pero una vez que lo abrí y empezé a enviar burbujas al aire, resolví que la que lo había estafado era yo: veinte pesos por un montón de sonrisas y la sensación del jabón reventando en tu cara... no tiene precio.
me hundo en el abismo, si tu lo ordenas
me dejo llevar en los soporíferos brazos
si no duele, si no se siente
adormeciendo, sofocando
perdiendo, uno a uno
todos los amaneceres sin venir

pero hay ciertas cosas que callas
mientras conduces río abajo
mi humanidad diluida
me miras
clavas los inquietantes ojos tuyos
y me siembras una duda

no dices, por ejemplo
que ya no habré de tocar
ni su piel, ni la mía
apagarás para siempre
la lámpara blanca
y todas sus posibles reminiscencias

tampoco me has dicho
que no veré más otros ojos
cuando abra los míos
que el sol sale hasta entonces
dice la madre
quién encenderá entonces, el sol para ella

lo he decidido
si las olas
dejarán de llegar a la orilla
llevándose entre su sal
mis cosquillas granuladas
si el azul enorme
se limpiará de basuritas negras
cada tarde

ya no quiero escucharte
calla, cállate
deja de pedirlo
párate ahora
déjame aquí
que me aterra la sola idea
de volver a dudarlo.

7.24.2007

homenaje a mi más asiduo lector


mientras dormía

una pista de hielo y un grupo de bailarines practicando un danzón, mis patines dejando líneas sobre la blanca superficie mientras patino hacia atrás, al ritmo de la música, con una mano en la mía, bailando perfectamente danzón sobre hielo.

7.18.2007

a tres años: ya no te escribo, no te veo y no te encuentro, precisamente porque no te busco. pero hoy me han preguntado por ti, el nombre en mi oído otra vez y esa imagen fija que guardo en negativo apareció. curiosidad. solo eso.

7.15.2007


reciclaje.análisis.deshechaje.

Y entonces fui y te lo conté a ti… porque ya no puedo a nadie más contarle… porque la soledad me hizo su presa y ella no me quiere escuchar, porque eres el único que me escucha… y cómo no ibas a hacerlo, si te hice a mi manera. Sabes callar cuando yo hablo, escuchar cuando lo necesito, y dejarme sola y sin espacio cuando no quiero estar contigo… sin espacio, digo, porque el espacio lo hacemos tú y yo; y cuando solo estoy yo, no existe manera de que haya tal.

Sin embargo, ya no se dónde estás, porque me dejaste y te recuperé, volví atrás y te recuperé sin pedirte permiso; y así es como vuelvo a tenerte. Vuelves a volar junto a mi, atento a lo que se me ocurre y a todo lo que tengo que explicarte. Hay tanto aún por ver, tanto tengo que enseñarte, no, no puedes irte, no vas a irte.

Una en enero
Sabes? Ya no lloro de tristeza, alguien alguna vez afirmó que las lágrimas son ese pedacito de alma condensada que cae por los ojos (salta por las pestañas, cual tremendo tobogán, en mi caso). Pero esas lágrimas de alma no tengo ya, son solo moléculas de hidrógeno y oxígeno saladitas, como tú, recuerdas? …eres saladito… pero igual no lloro porque me duele, porque ya nada me duele, lloro porque me avergüenzo, porque me da sentimiento ver escenas de televisión, o simplemente es que mis lentes me lastiman y necesito llorar, necesito limpiar de basuritas mis ojos, no mi alma; entiéndase bien, mi alma no tiene basura.

No lloré por ti, y cómo me gusta mentir… pero se siente bien; decirte que no me importa lo que me hagas, porque no me harás daño, lo sé… lo veo en tus ojos, que son los míos… esos que me dicen más de lo que debieran, de lo que quisieras. Me hablan a ratos, y no me dicen gran cosa, porque ya no se acuerdan de tus frases… tu hablabas mal… por eso ellos ahora me dicen todo… sin hablar.

Dos en enero
No me gusta esperar, tal vez lo habrás notado, me frustra no tener las cosas aquí y ahora; por eso estás tú aquí, si no estuvieras tendría alguien más… estúpido juego de lógica de compañía… porque el espacio son dos, te lo dije antes, tu y yo… o tal vez, después, en otro tiempo: tu y yo, pero ahí ya no serás tú… será el otro tú… al que no llamaré él por encontrarlo absurdamente impersonal.

Siguiendo con lo de la impaciencia, no soy Penélope, tú lo sabías, y por eso lo mencionaste… me diste esa opción porque tenías la certeza de que yo no esperaría, de que podría lograr la forma de enterarme de lo que debía esperar para saber. Quizá el enterarme antes me hizo daño, pero me hizo ser yo, otra te hubiera esperado… yo no.

Yo te tomé del brazo, esos que me gustan por que son más fuertes y más lampiños que los míos; y te lleve conmigo, al que me gusta, al que quiero. Jamás me hubiera atrevido a ir con aquel que apareció de repente, jurando derrotado que no podía más, a ese no lo conozco; en cambio a ti si, a ti si te llevo conmigo… ven… vamos…

Tres en enero
Realmente puedo volverme loca si me lo propongo… maldita mente repugnante y retorcida la que tengo; por qué todo tiene que tener otro fondo, por qué a todo le tengo que dar un nuevo matiz. No me entiendo… y entonces, dudo que tú lo hagas.

Ví al de verdad, a aquel al que lucho por olvidar… al que no quiero que te parezcas. Tristemente, es el único que me puede abrazar, y lo hizo bien… me gustó sentir esa extraña seguridad que da el volver al pasado, a lo conocido, a lo infalible. Pero él no es a prueba de fallos, no es como tú, con él debo jugar, y pensar antes de sentir… no me puedo abandonar como contigo y dejar que me lleves por donde te plazca. Con él ya nada es igual, aunque en el fondo me gustaría que así lo fuera.

7.07.2007

en el semáforo

este polvo que el hombre barre de la banqueta a la calle es infinito y siempre el mismo, el mismo que el aire llevará un poco más lejos hasta las llantas y la piel del cronopio que rehusa bañarse. Lo esparcirá así por la ciudad, marcando un poco mi camino de todos los días, empecinado en tener contacto con el hombre, se colará entre rendijas y puertas entreabiertas, lo exiliarán escobas y plumeros, volverá a la banqueta, donde otro hombre lo barrerá de nuevo hacia la calle.

7.06.2007

6.30.2007

Era inusitadamente liviana y se lo dijo, mientras levantaba en vilo todo su ser. –Eres suave y liviana, me gustaría sostenerte así para siempre-. Y daban vueltas juntos, bailando, jugueteando en una danza que nadie había hecho jamás. –Mira que la tarde es hermosa- dijo ella, dejándose acariciar lentamente
-No lo había notado, estaba demasiado ocupado observando los destellos de tu cuerpo- la hizo girar rápidamente, y por momentos parecía tener intenciones de dejarla caer por completo, al final la atrapó con delicadeza y cierto cariño.
-¿De verdad crees que soy bella?- preguntó un poco cohibida, mientras miraba en otra dirección.
-No lo sé realmente- y dejó de moverse por unos momentos, como pensando profundamente, -sólo sé que nunca había visto nada como tu, que me haces sentir una ternura inacabable, y que no siento deseo alguno de dejarte ir- comenzó a mecerla lentamente –si eso significa dejar de tocar tu tersa piel, no te soltaré- su voz sonaba totalmente convencida.
-Eres fuerte, pero tierno al mismo tiempo, y me encanta perderme en tu enorme ser, sentirme pequeñita entre tus movimientos, y realmente empiezo a creer que no me soltarás- dijo sonriendo
-Es verdad, no lo haré- declaró él, mientras la hacía dar tres piruetas, riendo a carcajadas. –Quiero tenerte siempre conmigo, por favor no te vayas-
-¿A dónde iría? De cualquier modo, no sé quién soy-

Y se quedó tan quieta y callada, viendo a lo lejos. Mientras él pensaba que su cuerpo podría confundirse fácilmente con el cielo del atardecer: ¿no sería un pedazo de él?, si pudiera tocarlo y compararlos, tal vez podría ayudarle. Pero ella no sabía cómo era, podía ver el cielo, más no a sí misma. –Tampoco sé cómo soy, dímelo tú- pidió ella mirándolo –Eres suave, como dije, liviana y me gusta sentirte así-
-entiendo, pero estoy tan confundida, que no puedo imaginar nada que se parezca a lo que cuentas, además solo me dices cómo te sientes conmigo, no me ayudas a descubrir quién soy-
-Como el cielo- dijo
-Pero soy pequeña- replicó ella
-Entonces solo un trozo-
-Me faltaría un pedazo, y curiosamente me siento completa. Aún más, empiezo a sentir que puedo abandonarme contigo, eres tan transparente que confío incluso, en tus bruscos movimientos, que se vuelven suaves en el instante siguiente. Quisiera perderme en ti, entre tus recovecos, que me sostengas para siempre-. Él la iba soltando poco a poco
-No, pero no podría siempre, eso es mucho tiempo, demasiado tiempo-su voz sonaba cada vez más llena de dudas.
-Pero ¿cómo? Si acabas de decirme que tú…-
-Si bueno, lo dije, pero creo que has entendido mal- la interrumpió él, -no puedo hacerlo así como lo pides, creo que te estás fiando demasiado de mí y no creo que eso sea bueno- hablaba ahora casi en un susurro –Siento que deberías dejarme un tiempo, hasta averiguar quién eres… no se…-

Ella parecía cada vez más rígida, ya no era fácil seguir jugando con su cuerpo y dejó de reír, junto con su risa se fue diluyendo la luz del sol, ocultándose entre las últimas montañas, lejísimos. –Suéltame- le dijo, -déjame ir-
-Pero, ¿a dónde irías?- pregunta titubeante
-Déjame bajar, por favor, suéltame, déjame allá abajo- pidió suplicante
-¿volverás?-
No contestó, se dejó caer callada y oscura, la noche se embebió de silencio, dejó de sentirse diminuta entre su anhelada inmensidad, para sentirse perdida, sola a la deriva. Ahora no era fácil moverse, y por más que lo intentaba la oscura red la atrapaba, no se encontraba, no se veía a sí misma y no veía a nadie más; así que se dejó llevar en un uniforme, lento, movimiento horizontal.

-Mira, una pluma roja-
-Qué linda- dijo ella, mientras él se la colocaba entre el cabello, detrás de la oreja. Y la llevó con ella, al viento.
cuando me bañaba: se siente bien saber que el jabón no se acabará, al menos no pronto.

6.11.2007

Mi libro de cabecera está en el suelo, entro al baño y el otro está allá abajo, también. Si esto es una señal, solo puede serlo de que Diana se ha levantado tarde, que cuando eso sucede y debe llegar a la escuela, tira todo a su paso. Los levanto y acaricio, pido perdón por lo que sea que los haya puesto ahí. Pienso, camino y escucho, mientras camino por esta estrecha y soleada calle, debo detenerme en el semáforo, y ahí está, como si lo esperara. Entre dos señoras gordas, más alto que ninguno, oscuro en la sombra, yo casi atravieso la calle con el semáforo en verde. El corazón palpita tan a prisa que, dudo si no es mi cabeza la que está bombeando la sangre en esta ocasión. Tal vez es la falta de luz en su piel, o el exceso de sol que cae sobre mis ojos, el contraste no me deja entender. El semáforo aún no ha cambiado.

Diez pasos y uno arriba de la banqueta. Obsérvame. Curioso. Ríe. Me volteo. Mi mano en la bolsa. Dos pesos y cincuenta fuera del pantalón, ahora en mi mano. Mis ojos buscan un camión amarillo. Sus ojos en mi nuca. La urgencia de voltear y la necedad para no hacerlo. Está bien, solo un momento, pondré mis ojos en los suyos y regreso a la necedad. A esperar el camión. Ojos blancos, grandes, viendo a los míos. Dientes perfectos. Perspectiva agradable. No alcanzo a decidir si quiero quitarme los lentes oscuros. Ven. Acompáñame. Sígueme. Atraviésame. No dejes de mirar. Mis ojos no. Me volteo.

Un camión amarillo, no me iré. Acércate. Vamos. Háblame. Pregunta, que tengo y tienes dudas, seguro. No des vuelta. Camina. No muevo mi cabeza. Sus labios dicen y no entiendo, sonidos agradables que caen unos sobre otros como en una canción, me niego a quitarme esto del oído y darme cuenta que realmente no le entiendo. Quizá sea francés lo que el habla y no escucho. Amarillo al frente. Lo miro. Sonrío. No me quito los lentes. Me subo.

Movimiento, vibrante horizontal. Mi mano en un tubo. Tus ojos en la ventana deslizándose a la velocidad del camión, los míos siguiéndote. Enajenador el movimiento y las imágenes, que se deshacen en hilos, con tu rostro entre ellos, dejándote atrás.

Diana, he perdido al padre de mis hijos. ¿Dónde lo dejaste? En la parada de la ocampo. ¿Y tú? Pues aquí, pensando: ¿cuántas veces, en esta ciudad, volveré a encontrarme un negro en el camión?, oye, ¿tú tiraste mis libros?

6.07.2007

me pregunto por qué mis dos únicos y asiduos lectores no me dejan comentarios en mi cajita de la izquierda?? eh?? dejen rastro de que alguien me lee!!! por favoooor!

amenazo con un nuevo cuento próximamente...!

6.05.2007

"me veo muy prieto" dijo.
yo solo quiero poder seguirlo viendo, prieto o no.
porque no soy imprescindible. porque mi autoridad es cuestionable. porque a veces mi persona y mi mente son difíciles de conseguir. porque me pierdo en mí misma y se me olvida lo que debo recordar. lo siento. mucho.

5.16.2007

me coseré a tu ropa.me amarraré a las agujetas de tus zapatos.aprenderé a caminar al ritmo de tus pasos.trenzaré mi cabello con el tuyo.pasaré mis botones en tus ojales.haré que mis palabras aprendan a llenar tus silencios...no me iré de ti.no lo haré.

para abrilito.por la idea.

5.15.2007

una trepadora

que no lo hace precisamente para encontrar una mejor posición...

un beso, una vez

Estabas al teléfono, en la calle
me viste y esperé quieta
a que colgaras
cuatro hormigas recorrían mis manos
dejando cada una puntual
una cosquilla

me tomaste de la mano
y quitaste de ella un peso blanco
saltamos de la vía al canal
sin soltarnos o mirarnos

bajo una bondadosa luz pública
te acercaste de frente
mi cuerpo rígido
tu contacto húmedo, mis palabras
que callaron impedidas por tu boca

luego arrebaté la bolsa blanca
y por eso me acordé
esta crema de ahora es blanca
la revuelvo mientras veo tus ojos
que aún me gustan
asomándose tras el trago de café

vuelvo a sentir tus labios apretados
a los míos
mis pasos sobre la grava
alejándose rápido
y mi madre fija en la ventana
diciendo
¿fue eso un beso?
Yo todavía no lo sé…

(a gabi, porque es de él)

5.14.2007

me gusta que no seas completamente suave, hurgar entre tu barba y encontrar ese espacio vacío, donde solo cabe la huella de mi dedo, que se detiene por un instante y luego sigue… mientras tus dedos me saben a risa, a pequeño escalofrío que recorre desde el punto de contacto hasta mi mano, que ahora ha dejado de buscar y se decide a encontrar la tuya. un dedo mío y uno tuyo, un movimiento tuyo y mi respuesta, te atrapo y detengo por un momento, al explorador de cinco dedos que se aferra a cada corriente de aire que exhalas, y mi cabeza se acomoda en tu pecho de madera, inestable, áspero, y mi cuerpo entero se contrae para guardar ese aroma que solo hoy tendrás, olvidaré que es falso, que ese no eres tú.

5.12.2007

el mejor de mis mejores fotógrafos


öguz: pero no le gusta la g
Tengo un momento
Justo ahora
Y por casualidad, aquí,
Podría envolverlo
Envíartelo
Para que lo descubras
En una fecha especial
Digamos,
Tu cumpleaños,
Aunque siendo realistas
Creo que te llegará por navidad.

Es un paquete pequeñito
Que no promete
Como mi cariño
Más de lo que puede ser
Deja muy claro
Su peso y condición
No es urgente o perecedero
Simplemente
Es, lo que es
Hoy.

Más, cuando abras la caja
Se podrán escapar
Dos o tres besos
De modo que
No los recuperarás ya.
Los abrazos,
Por naturaleza más lentos
Y duraderos
Permanecerán agazapados
Hasta que decidas usarlos.
Pero las palabras, esas
Llegarán apenas
como susurros
borrosos,
incomprensibles.

Demasiados son ya
Los detalles a cuidar,
Lo que has de saber y,
Esto ya se me escapa,
empieza a diluirse
entre las manos,
es apenas un ratito
podría perderlo por completo.

Ven,
Que te lo daré,
Ahora,
Sin esperanzas mayores
o discusiones a futuro.
Nunca he confiado
En la eficacia
De los servicios de mensajería

a contraluz


Mira, hay aquí una ventana, nunca he resistido estar tan cerca de una y no asomarme. Se va deslizando lentamente un rostro de mujer y bajo un movimiento de pestañas aparecen unos enormes ojos, parece que despiertan dos soles oscuros y confusos, que no saben donde están. Sonríe al mirarme, luego hace gestos graciosos y no puedo más que sonreír yo también. Levanta su mano y la acerca lentamente hacia mí, pone su dedo índice sobre el vidrio y yo hago lo mismo inmediatamente después, siento el frío del contacto con la superficie, y puedo sentir la distancia que media entre ella y yo.

Comienza a hablar en voz baja, lentamente, diciendo que le gustan mis manos cuando crean, cuando hacen, aunque a veces ni siquiera crea en lo que hacen, y sin embargo se sumergen donde pueden, y acarician lo que atravesar no. Continúa hablando cada vez más rápido, que sus manos le sirven para encontrar certezas escondidas detrás de las figuras que solo puede ver; que cada vez que sale mira al cielo, lo cual ocasiona a menudo tropiezos con muchas cosas que no suelen estar tan arriba. Se ríe un poco de ella misma, dice que le gusta tanto como llorar, incluso llora luego de reír, sus ojos empiezan a verse profundos y húmedos. Creo que puede notar el desconcierto en mi cara, y dice no importa, que solo llora para destapar conductos y caminos, o cuando los patinadores han caído al hielo.

Parece que me ha tomado confianza, y me cuenta que cuando pequeña descubrió que los sonidos salidos de su boca podían convertirse en palabras, se enamoró; ahora se dedica a sacarlas de todos esos lugares en donde pueden encontrarse agazapadas esperando. Las saca de las plumas y los crayones, las descubre todas juntas, en un montón de hojas apiladas y las lleva siempre en bolsas y maletas; las deja cerca de su cama y en el baño, junto a la comida o en el piso, y cada vez que vuelve a encontrarlas no puede resistir dar vuelta a las hojas, una y luego otra, buscando esos signos en negro, con rítmicos espacios. Los reconoce uno a uno, los recorre con sus dedos, o se acerca a su aroma, al tacto de los fuertes golpes de impresión… y haciendo esto se le va un poco la vida.

De repente se queda seria, su cuerpo parece encogerse y yo, instintivamente sigo su movimiento para quedar a la altura de su cara, pienso que tengo frío y ella lo dice. Necesita al sol, porque no solo las plantas hacen fotosíntesis, afirma, y es tanta la seguridad que empiezo a disculparme por no poder ayudarle en eso, no puedo traerte el sol, no hay ninguno cerca, y no lo habrá hasta mañana que vuelva. Miro alrededor, la noche pinta de negro todo lo demás, cuando vuelvo la mirada a la ventana, ya no la distingo, me acerco un poco y nada, un poco más y mi nariz ha tocado el vidrio, espera un momento… esto es un espejo.