no puedo recordar cuándo fue, quizá mis ojos nunca han podido ver bien. pero yo no lo sabía. los números que la maestra escribía en el pizarrón, al copiarlos a mi cuaderno mágicamente se transformaban en otros. mis ojos me engañaban y la maestra me gritaba muy feo. un día llegaron unos doctores para checarnos la vista, pusieron una hoja con letras en la pared y yo solo fui capaz de ver una N enooorme. llamaron a mi papá inmediatamente, como si fuera una emergencia. había que ponerle lentes a esta niña.
empezé a preguntarme que había de malo con las estrellas. si el mundo no era como yo lo veía...
¿entonces cómo?
resultó que las imagenes tenían líneas que delimitaban los objetos, que no era necesario acercarse tanto a las cosas para conocerlas, que a las personas se les podía ver el rostro desde lejos.
a pesar de usar lentes, mi problema se fue agravando más y más, ahora veo realmente muy poco. pero sigo quitándome los plásticos de los ojos de vez en cuando para ignorar las figuras y ver manchas de colores. el problema es cuando empieza a oscurecer, cuando la luz, que es la que me hace ver colores se va. no veo casi nada cuando es de noche, empiezo a dudar, a caminar despacio y a tener miedo, mucho miedo de que la oscuridad llegue un día e invada mi mundo por completo.
2 comentarios:
Tu post me provocó muchos sentimientos encontrados...
". mmm... y qué encuentras en tus sentimientos?
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