no voy a sujetar tu mano ni mirarte con ojos anegados de lágrimas. no voy a pedir que regreses pronto, ni a decir, te esperaré. no diré que me harás falta, porque he decidido estar contigo. esto es más fuerte que una ausencia o dos presencias. la sola idea me hace temblar, aunque no pueda verla hecha realidad en un horizonte cercano.
el deseo de repartir mi vida en dos me asusta tanto que inmediatamente vuelvo a ser una. una que dirá adiós y volverá a volar en su propio cielo.
a veces, también soy otra, otra que se moriría de ganas por correr detrás de ti.
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