cuando tenía diez meses dije mamá. luego supongo que vino papá. abuelo. abuela. perico. perla. gato. cielo. pinche mosca. mi mundo se fue llenando de palabras. la mamá me contaba historias. yo le dictaba las mías propias. luego aprendí a que mis ojos me contaran cosas: leyendo páginas o escuchando a otros hablar.
desde hace un tiempo me quedo callada un poco más de lo habitual. no tanto por no saber qué decir sino porque lo sé. me gusta más aprender lo que el otro tiene para contar. quizá luego volveré a hablar. por el momento, quiero escucharte más.
1 comentario:
Sospeche una razón como esa, una razón sabia.
Aún así, loca estoy por escucharte de nuevo.
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