primero la herencia materna. nací entre un calor húmedo y un verde intenso. recuerdo la casa grande de pisos color café. la cocina llena de luz, el patio lleno de árboles, gatos y un perico. el mercado con pedazos de animales muertos, las flores, el ruido, la mano antes de cruzar la calle. la comida, la playa cerca. mis abuelos y su enorme cama, las paredes que decoraba con crayolas. el muro de ladrillos en el patio, los ladrillos que se hacían polvito. mis primos y el cuarto lleno de cosas viejas. la hamaca y la pared contra la que nos estrellabamos.
luego la huerta. recuerdo el polvo y los pollitos. los cerditos que nacieron cuando no estábamos. la boris y casi nada más.
después vino el bosque que rodeaba todo. verde seco. juan. la escuela y otros niños. el mudo y la soledad cuando la mamá se iba. el señor vecino. los columpios hasta el cielo. la mesa de la pata pegada con plastiloka. santa en un tren carguero. la nena y sus pelitos parados. elia y don chalo. las pinzas en la tele para cambiar de canal. las pinzas en la camioneta azul para cambiar de velocidad. alfredito. los días en el campo. la iglesia y las flores para la maría. la casa nueva, nuestra. la bajada en bicicleta. la vía del ferrocarril. el patio vecino, la hierba y el charco. la tierra. el aserrín. los viajes. los hongos en la madrugada. el maíz y las lluvias de todos los días en verano. el bebe con sonrisa de sol. la plaza con resbaladeros de concreto. uno en casa. las calles, los adoquines, el empedrado. chutoño. el lago, las lanchas. la nieve y los pinos altos.
ahora tengo una ciudad donde el sol abrasa. el tren me sigue de cerca. los camiones urbanos y sus leyendas graciosas. la gente que no conozco. no hay verde, no hay agua. hay un señor que alimenta millones de palomas en una banca del parque. el mismo parque en donde un pancho villa grita desde la tumba en donde nunca ha estado. las adelitas cruzan los pasos peatonales guiando a un montón de niños de primaria. las cuadras enteras sin edificios. las plazas sin sombra. los atardeceres dorados, rosas, naranjas. el amanecer frente a una computadora. muchos buzones iguales. vagabundos sin zapatos que duermen bajo los restos del acueducto. hay naranjos que salpican el concreto. mariscos con catsup que no saben bien. arquitectura y los ojos que empiezan a cambiar. hay una puerta en una calle, hecha con montones de pedazos de metal, oxidados y soldados. las calles son largas y cambian su nombre. a las dos no hay más alcohol legal. me hipnotiza el cielo y las bandadas de pájaros que lo cruzan cada tarde.
las ciudades en donde he vivido, hasta este momento, han sido resultado de múltiples experiencias propias.
a dónde iré ahora. qué cielo habrá. qué luz. qué verde.
6 comentarios:
jaja y quien era el niño con sonrisa de sol?? yo solo tenia un hermanito q me golpeaba y me desesperaba muchisimo x su falta de evolución jeje pero era divertido q se creyera todo lo q le decia...ah me da envidia q recuerdes tantas casas, io solo recuerdo una de las dos en las q vivi...creo
ja ja ja ja la falta de evolución...! no era un pankacho sapiens?
pues me acuerdo de tantas casas porque he vivido cuatro años mas que tu, y esa fue nuestra etapa gitana.
cada quien tiene sus cosas guardadas en la gaveta. yo no sabía que el gusano y tu se robaban mamuts o que quemaban mi colcha.
ssshhhhhh!!!!! esa es información ultra secreta...y de las cosas q no te dijimos jejeje
falta de evolución? =(
yo nomás me acuerdo de chutoño
viviste con chutoño??? a caray esa ni yo me la sabia!!!!
jaja q buena platica! pues yo casi me acuerdo de todo, algunas cosas ya las habia olvidado pero es bueno recordarlas... bueno me acuerdo de la nena de pelitos palalos pa adelante!
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