1.24.2008

de por qué odio los días lluviosos

dos días, ni un solo rayo de sol, agua en todas partes... frio. otra vez afuera de la oficina, sin llaves, sentada en la incómoda silla verde de la cochera con los dedos de los pies congelados, la compu en las rodillas y de pronto... unas ganas enormes de ir al baño, soy afortunada porque controlo mis esfínteres de una manera prodigiosa pero, el sonido del agua me taladra la cabeza y no puedo más. ¿quién vive cerca... quién???!!! nadie contesta al teléfono, me subo al carro y manejo controlando la respiración, semáforo en rojo! un café!! vuelta en u, me estaciono, parece que la situación está ahora casi bajo control, bajo del carro y demonios! no traigo un peso.
buenas tardes señorita, aceptan tarjetas de crédito?... y tienen baño???! quiero un capuchino normal, del tamaño que sea, si 12 onzas está bien... oh mira! pay de guayaba... una rebanada por favor. pagar, pagar pagar!!! cincuenta y cuatro pesos por un baño, en donde el jabón líquido es aún más líquido porque está rebajado con agua.
ahora tengo un café, el segundo en menos de dos horas, sin popote para mover el azúcar que se ha ido al fondo, un pay de guayaba sin cuchara, ah pero cuantísima agua sigue cayendo. me duele la pancita.

1 comentario:

Srita. Diabla dijo...

yo te bloque primero , ahahaha.