Si fueras capaz de ver el miedo que tengo dentro, podrías sentir el tirón constante que desde algún punto me jala hacia otro del que también desconozco su origen. Tendrías que llorar un día y sentirte feliz al siguiente; buscarías un abrazo y en el momento exacto de sentir el contacto lo rechazarías.¿Quieres salir corriendo ahora? Antes de que sea viernes otra vez.
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